De nuevo estos Cowboys vuelven a sentir la intensidad de la gran fiesta.
Perseguidos por la calculadora los pupilos de Mike McCarthy están a un suspiro de la eliminación mientras que Todd Bowles tiene a su alcance el título de la División Sur de la NFC.
De pronto los Bucs están a dos juegos de los Halcones Negros de Atlanta (7-7) y mientras los del ATL van contra Gigantes (2-12), Washington (9-5) y Carolina (3-11) para el cierre, Tampa Bay tiene este presente cotejo ante Dallas para luego recibir a Carolina e ir a Nueva Orleans (5-9) para su propio cierre de temporada regular.
Los Vaqueros siguen con la vela prendida visitando a las Águilas (12-2) y recibiendo a los Comandantes para su propio cierre. La más tenue de las esperanzas estarían fincadas en que ganen sus tres últimos juegos y que pierdan Washington, Seattle (8-6), Atlanta y Arizona (7-7) para aspirar al último de los sembrados.
Y que diferencia hace el bote del balón — si Amani Oruwariye hubiera esquivado aquel balón ante los Bengalíes la cosa pintaría un poco menos fatídico, y eso con una sola victoria más.
Ahora con aquellas otras contundentes derrotas ante Santos, Urracas, Leones, Gamusinos, Águilas y Texans que siquiera esté prendida cualquier vela es querer ver el vaso a medio llenar teniendo como aspiración el de perdido aguarle la fiesta a los de la carabela pirata.
Lo cierto que las circunstancias pintan que de perdido no se jugará bajo las luminarias candentes de otro Sunday Night Football un juego de mero trámite con dos equipos rumbo al matadero en la jornada 16 de la presente temporada.
Para esta jornada los Vaqueros tiene la ofensiva total número 17 de la liga, la 27 por acarreo y número doce con el pase. A la defensiva son la 26 total, 29 ante el acarreo y 21 ante el pase.
Por su parte los tripulantes de los siete mares llegan con la ofensiva total número tres, cuatro con el acarreo y la cuatro via aérea. A la defensiva son la 27 total, siendo la número once ante el acarreo y la número 30 ante el pase.
En cuanto a los castigos, Bowles le gana a McCarthy con eso de la disciplina si comparamos los 85 pañuelos de los Bucs a las 104 de los Boys luego de cosechar catorce bajo los cielos grandes de Carolina del Norte.
Ahora para estas cinco "claves" en la edición 23 de dicha rivalidad, donde la marca actual es de 16-6 a favor de los Vaqueros, con tres juegos siendo de postemporada.
Clave 1. Llega el Mayfield al escenario. La carrera de Baker Mayfield ha sido toda una aventura, desde ser un desecho rumbo a las filas colegiales catalogado como un espécimen físico no apto para el éxito y luego de visita a Texas Tech, se consagra con la Universidad de Oklahoma ganando el Trofeo Heisman en el 2017 para culminar siendo la primera selección del draft colegial del 2018. Mayfield a respondido luego de comenzar la temporada 4-2 para de pronto perder cuatro al hilo solo para volver por sus fueros con otras cuatro victorias consecutivas, la última siendo una verdadera bailada ante los Cargadores. Lo cierto es que el balance ofensivo es envidiable, con sus 3,617 yardas para 32 anotaciones y catorce intercepciones aun cuando a sido capturado en 33 ocasiones, aparte de contar con un sólido juego terrestre donde Bucky Irving y Rachaad White se combinan para 1,425 yardas en 287 intentos con nueve anotaciones. Aunado a esto están los receptores abiertos Mike Evans y Jalen McMillan que junto con el ala cerrada Cade Otton se combinan para 17 anotaciones por aire. La defensiva de Mike Zimmer estará obligada a presentarse desde temprano.
Clave 2. Una defensiva representativa. Desde sus propios días con los Vaqueros bajo el entonces entrenador en jefe Bill Parcells, Todd Bowles se ha dedicado a crear defensivas que marcan pauta. Los números del 2024 no son tan halagadores y el ver que el propio guardia nariz Vita Vea es el líder en capturas con seis es señal de que la protección a Cooper Rush pudiera darle oportunidades de surcar los aires ante una de las peores defensivas ante el pase de la liga. Esta defensiva 3-4 tiene al apoyador KJ Britt, los profundos Mike Edwards y Antoine Winfield Jr. y el esquinero "nickel" Tykee Smith como cuestionables y con un inspirado Rico Dowdle es posible volver a tener un semblante de balance propio que le permitiera a Rush tres pases de anotación en Carolina con los tocayos Jalen Brooks y Tolbert con el tercero para CeeDee Lamb que de nueva cuenta rebasa las 1,000 yardas aéreas para el enigmático receptor abierto.
Clave 3. Línea ofensiva en movimiento. Los guardaespaldas azul plata han de momento jugado a las sillas musicales al ser marginado el guardia izquierdo Zack Martin, el centro Cooper Beebe y el continuo vaivén del novato Tyler Guyton. La realidad es que la aventura de Chuma Edoga que saliera de titular en Carolina como el tackle izquierdo solo para abandonar el terreno de juego con lesión siendo substituido por Guyton para luego volver a entrar con lesión de TJ Bass como el guardia derecho es señal fehaciente del presente bailongo, todo al compás de la música. Agregue que el centro ahora es el pimentoso Brock Hoffman y de pronto el adagio de "next-man-up" está en plena ebullición para la protección de Rush y los huecos para Dowdle. La defensiva pirata cuenta con otras seis capturas del ala defensiva Calijah Kancey y la maquina de tackleos Lavonte David con sus propias 5.5 capturas de mariscal de campo son verdadera amenaza a lo que espera de nuevo sea la intención de establecer el juego terrestre donde ahora son tres juegos consecutivos presumiendo el centenar de yardas al momento de correr el balón con Rico Dowdle.
Clave 4. Defensiva al abordaje. Los números de la defensiva de Mike Zimmer no son muy loables a groso modo pero vaya si se ensañaron ante Bryce Young con seis sendas capturas en la segunda mitad y neutralizando al juego terrestre de Chuba Hubbard con 10 acarreos para apenas 32 yardas sin anotaciones. De pronto Osa Odighizuwa se ha vuelto un verdadero huracán con presiones, capturas y participación en la defensiva ante el acarreo mientras que Micah Parson también sabe que su producción cuenta para sus propias consecuencias al momento de pensar en un futuro sin preocupaciones financieras. Ante el circo de tres pistas de Baker Mayfield la presión tiene que redituar para agregarle a las 33 capturas del mariscal de campo contrario, pero todo comienza con el poder neutralizar el monstruo de dos cabezas en Irving-White que se antoja difícil siendo realistas considerando las 181 yardas en 30 acarreos que contribuyeron a la victoria 40-17 ante los Cargadores en su propio patio en Inglewood, California. Alguien tiene que preocuparse del ala cerrada Cade Otton que es el prototipo de válvula de seguridad del rudo deporte de las tackleadas.
Clave 5. Vuelve la intensidad al coso. Lo menos que se quiere en el ámbito del domingo en la noche es un juego de poca consecuencia, lease juego de mero trámite, a estas alturas de la temporada regular. Aquí ciertamente hay que darle una rebuscada por el lado de los Cowboys, sabiendo de la pocas posibilidades que quedan para su pase dejan solamente el mandar a los Bucs de regreso a Florida con un panorama más complicado de lo que quisieran. Interesante será la presencia del respetable, luego de ver un Bank of America Stadium a medio llenar aun considerando la cantidad tan desmedida en que se presentan los colores azul y plata en aquel estadio. El respetable seguidores de los Cowboys seguro harán acto de presencia bajo la pronta celebración de las navidades considerando que para otros será la oportunidad de visitar el AT&T Stadium por primera ocasión. Para los Cowboys una victoria ante Tampa Bay le dará un aliciente a ir a Philadelphia y de perdido regresarse con otro para la honrilla y el cierre recibiendo a los Comandantes ya después de la celebración del otro año nuevo.
